Introducción.
La historia de México esta plagada de contradicciones, inconsistencias y controversias, así, una de las controversias del siglo XX es la historia del último Tlatoani de Mexico-Tenochtitlan CUAUHTEMOC, parte de ella se inicia en un pueblo serrano del norte del estado de Guerrero: Ixcateopan hoy de Cuauhtémoc, donde ha existido una tradición oral que data desde el año 1529 y que se refiere al origen, muerte y funerales del último tlatoani azteca: CUAUHTÉMOC
Esta tradición se ha trasmitido a través de padres a hijos(as), durante más de trece generaciones, desde 1529 hasta nuestros días. Iniciando con dos jóvenes catequistas Juan y cruz, primos de Cuauhtémoc, hasta el Dr. Salvador Rodríguez Juárez; pasando por un sinnúmero de descendientes de apellido Chimalpopoca de Ixcateopan, de Zacualpan estado de México, de Huastelica municipio de Tetipac y otras poblaciones. Por lo tanto; esta narración trata de estar apegada lo mejor posible a lo que han contado el Dr. Salvador Rodríguez Juárez y otros personajes de edad avanzada de Ixcateopan, basándose en relatos escritos y orales que dejaron otras generaciones anteriores.
Tradición de Ixcateopan.
Hacia mediados del siglo XV el Tlatoani Moctezuma I, Ilhuicamina, conquistó la provincia chontal de Ixcateopan, por entonces llamada por los mexica Zompancuahuitl. (Zompancuahuitl fue una zona chontal limitada por: Zacualpan estado de México, Acapetlahuaya, todo el río grande, Apaxtla, Cuétzala, el río Balsas hasta Ozomatlán, Tepecuacuilco, planes de Iguala, Puente Campuzano, Acamixtla, Acuitlapán, Axixintla, Chontalcuatlán, por todo el río de Pilcaya hasta cerrar con Zacualpan). Quedó como gobernante de Zompancuahuitl un miembro de la casa real de Texcoco, a este gobernante, se le conoció como señor de Cuayauhtitla. Este señor casó con una dama de Coatepec (hoy de los costales) llamada Atl; de este matrimonio nació una niña llamada Cuayauhtitalli o Quiahuitl.
Ya en el reinado de Ahuizotl y por haberse negado el señor de Zompancuahuitl a pagar los tributos a la gran Tenochtitlan, Ahuizotl le hizo la guerra a los chontales derrotándolos, quedando prisionero el señor de Cuauyauhtitla con otras personas entre quienes se encontraba su hija Cuayauhtitalli que ya era una joven.
Ahuizotzin – hijo del Tlatoani Ahuizotl- conoció en Tenochtitlan a la joven y la pidió para casamiento, por este acontecimiento se restableció la paz entre los mexicas y los chontales de Zompancuahuitl.
De este matrimonio nació Cuauhtémoc el 23 de febrero del año de 1501 según el calendario gregoriano y el calendario azteca 9 – 12 CALLI, NEMONTEMI, en Zompancuahuitl. A la edad señalada fue a educarse al Calmecac a la gran Tenochtitlan. Siendo un joven de 18 años se encontraba en Zompancuahuitl (Ixcateopan) de donde fue llamado para intervenir en la defensa de Mexico-Tenochtitlan amenazada por los españoles. Cuauhtémoc partió de Ixcateopan llevando consigo un ejército. Se instaló en Tlatelolco como Tlacatecutli y desde allí combatió.
A la muerte de Cuitlahuac fue nombrado Tlatoani por el consejo de ancianos, luchó en la defensa de México Tenochtitlan, fue vencido, estuvo preso y fue martirizado , pero jamás doblegado.
Asi; el 19 de agosto de 1521, México Tenochtitlan cae bajo el dominio español.
En compañía de otros señores, Cuauhtémoc fue llevado por Hernán Cortés a una expedición rumbo a las Hibueras, para tratar de apaciguar a Cristóbal de Olid que se le había rebelado a Cortés, en la que también iban guerreros de Ixcateopan. En el camino, en un lugar llamado Acallan o Izankanak entre el estado de Campeche y Tabasco, denunciaron a Cuauhtémoc (se dice que PaxBolom) ante Fernando Cortés, diciendo que conspiraba en contra de él. Cortés lo hizo matar, en compañía de nueve señores, pero antes, ordenó que un padre de nombre Juan de Tecto lo confesara y le puso de escucha a un soldado español. Cuauhtémoc no aceptó la catequización. Cuando Cortés pregunto al padre Juan de Tecto que había dicho Cuauhtémoc, él le contestó “nada me dijo” , lo mismo aconteció con el soldado español; entonces Cortés indignado mando ahorcar a los dos (fraile y soldado). El religioso pidió por merced que quedara junto a él una cruz de madera de olmo que llevaba, y que había traído de España. Estas dos personas fueron las únicas a quienes mandó enterrar Cortés. Enseguida mandó ahorcar a Cuauhtémoc colgándolo de una Ceiba, con los otros nueve señores, entre ellos a Couanacoochtzin de Texcoco, a Tetlepanquetzatzin de Tlacopan y al señor de tacuba, un martes de carnaval 28 de febrero de 1525 a la una de la mañana cuando todos los soldados nativos dormían. Los relatos dicen que antes de ahorcarlo se le martirizó y Cuauhtémoc reprocha a Cortés diciéndole: “!Oh Malinche, días había que yo tenía entendido questa muerte me habías de dar e había conocido tus falsas palabras, porque me matas sin justicia, Dios te la demande, pues tú no me la diste cuando te entregué mi persona en mi ciudad de México”, el señor de Tacuba dijo que daba por bien empleada su muerte por morir junto con su señor Guatemuz. ya ahorcado se le cuelga de los pies, se le prende fuego, se le cercena las manos y se le corta la cabeza. Después de ahorcado, la expedición siguió su camino. Uno de los relatos dicen que a los 13 días 33 guerreros desertaron de la expedición de Cortés y dirigidos por Zilacatzin un fiero guerrero originario de Pachivia cercano a Ixcateopan, volvieron al lugar del martirio, sorprendiendo a la escolta que había dejado Cortés para vigilar los cadáveres; se entabló una reyerta muriendo algunos españoles y huyendo otros; rescatando el cadáver de Cuauhtémoc, lo envolvieron en hojas olorosas y mantas finas y lo trajeron a cuestas caminando de noche y por caminos extraviados hasta llegar a Zompancuahuitl hoy Ixcateopan de Cuauhtémoc.
LARGA Y TERRIBLE TRAVESÍA.
Los relatos nos dicen que los amigos guiaban a los fugitivos con humaredas indicando de esta manera los caminos que eran un laberinto, recorriendo selvas vírgenes y orientándose por donde venían los españoles en busca de ellos y se agrega que el cadáver venía algo seco, entero, aunque tostado por el fuego y que se le veían los huesos.
El cuerpo de Cuauhtémoc fue trasladado en secreto desde Itzankanac cerca de Tabasco, hasta lo que hoy es nuestro estado de guerrero, de donde era originaria su familia materna, por lo que los relatos dicen que entró a lo que hoy es el estado de guerrero por Ixcateopan de la montaña cerca de Huamuxtitlán, donde todavía se conserva la tradición de ser el lugar donde descansaron el cadáver, de ahí a Temalacacingo donde se dice lo velaron durante cinco días, siguió hacia Ozomatlán a orillas del río lo que hoy se le conoce como alto balsas, continua por Tepecoacuilco rumbo a Iguala, dirigiéndose hacia Coatepec (Costales) y pasando por Tonalapa, de ahí hacia Teloloapan (Mexicapán), rumbo a Acapetlahuaya y de ahí a Zacualpan. De Zacualpan siguieron por varios pueblos siempre rodeando a Ixcateopan porque ahí se encontraba un grupo de soldados españoles buscándolos, Al llegar a Zacualpan, los guerreros tuvieron malas noticias, supieron que los teules andaban por las tierras de Zompancuahuitl en busca de minas y piedras preciosas, entonces el cortejo se dirige a Ixcapuzalco a escasos 15 Km de Ixcateopan y allí pidieron algodón para envolver su preciosa carga, de ahí se dirigen a Alpichafia y luego a las inmediaciones de Teloloapan, acampando en un paraje conocido como la Tecampana, más tarde la comitiva llega a Texcalatla y después a Chinantla, de este lugar se dirigen hacia Ahuacatitlán y a Tenancual (hoy Tenanguillo), de ahí, hasta lo que a partir del entierro sería Ichcateimoteopan. Al llegar a Ixcateopan antes de darle sepultura lo descansan en lo que hoy se llama Plazuela “Cuauhtémoc” y le rinden honores todos los pueblos que lo han acompañado hasta su morada, el palacio de sus mayores Cuayauhtitla o Coyotitla.
La tradición apunta que el traslado del cadáver de Cuauhtémoc fue un secreto para los españoles, no así para los mexicanos, en vista de que un emisario iba anunciando en cada pueblo el paso del cortejo y salían cuadrillas de personas para llevar en hombros los mortales despojos del último tlatoani mexica.
FUNERALES DEL TLATOANI CUAUHTEMOC.
Así cómo los antiguos mexicas terminaron su peregrinación en busca del lugar donde se establecería la gran capital de los aztecas, Tenochtitlán; así también los chontales de Zompancuahuitl llegaron al fin de su jornada, “después de muchos días de caminar en hombros” el cadáver de su venerable señor Cuauhtémoc.
La llegada de los guerreros con su preciosa carga fue cuando obscurecía, hicieron el último alto en la plazuela que hoy lleva su nombre, y en la cual se levanta el día de hoy un monumento. Aquí fue el recibimiento formal del cuerpo, en medio del llanto de los hombres, que se ahogaba con la voz ronca de los teponaxtles. Madera de ocote daban al aire su flama que chirriaba como gemido, por la pérdida irreparable del tlatoani. Avanzaron los sacerdotes para el rito de Mictlantecuhtli, se impregnó el aire de incienso de copalli. Los esforzados guerreros que rescataron para la tierra nativa el cuerpo magnifico de Cuauhtémoc recibieron el parabién. Manos amigas, manos familiares, porque no hacía ni tres años, que Cuayauhtitalli madre de Cuauhtémoc había muerto, cargaron el cuerpo de aquel que tan bravamente había defendido a su patria.
Los habitantes todos de la provincia y visitantes, presencian llorando, cómo el tlatoani caido en la flor de la vida, es llevado al palacio de su madre y de su abuelo, y en el teocalli hay una pira dispuesta para la cremación que los mexicas sólo aplicaban a los cuerpos de sus venerables señores. Miles de guerreros van a presenciar cómo su tlatoani va a ser entregado al fuego. En las cumbres de los cerros que amurallan a Ixcateopan, los vigías están atentos para que el funeral no vaya a ser interrumpido por los teules que incursionan el lugar, el cadáver del hijo de la bella princesa Quiahuitl y del fiero guerrero Ahuizotl, va a la hoguera, y se ofrendan para acompañarlo en el último viaje algunos de sus guardias. Antes de que la luz de Tonatiu asomara por el Ixcaconetl, se recogieron los huesos calcinados del tlatoani y fueron llevados al palacio, construído con cantera y mármol y adornado con maderas preciosas de la región.
¡CUAUHTÉMOC HABÍA ALCANZADO LA CATEGORÍA DE LOS DIOSES! Mientras tanto los guerreros secan su llanto y limpian sus armas para resistir el embate español.
JUAN DE TECTO Y TORIBIO DE BENAVENTE.
Cómo Hernán Cortés había ganado el territorio mexicano, envió aviso al rey de España para que enviara religiosos para la conversión religiosa de los naturales. El rey envió a cinco o seis religiosos de la Orden de San Francisco, entre ellos al padre Fray Pedro de Gante, Juan de Tecto y Juan de Ayora, esto fue más o menos en el año de 1523
En el año de 1524, que se llamaba Chicuacen tecpatl (pedernal seis), llegaron a esta tierra Fray Martín de Valencia, vicario del Papa con doce religiosos más, uno de ellos era Fray Toribio de Benavente o Motolinía de la orden de San Francisco, que fueron los primeros religiosos que convirtieron y bautizaron a los naturales. Los recibió Cuauhtémoc y Hernán Cortés y un séquito de principales de México.
El encuentro fue en la calzada de Ixtapalapa; de Tenochtitlan sale un grupo de personas en el que iban como personajes principales Hernán Cortés con su séquito y Cuauhtémoc, el tlatoani cautivo, con los principales señores de México Tenochtitlan. De Ixtapalapa hacia la ciudad en la ancha calzada, venían los personajes a quienes se iba a recibir. Los señores que venían de México y los que venían del puerto de Veracruz, se encuentran, podía verse a unos cuantos varones pobremente vestidos con largas y toscas túnicas de color café, llenas de polvo y atadas a la cintura por gruesos cordeles. Eran doce frailes de la Orden de San Francisco de Asís, que venían a la nación mexicana recientemente conquistada, a predicar el evangelio; Martín de Valencia caminaba al frente de ellos y en el grupo Fray Toribio de Benavente que por su humildad y ropas pobres incluso venía descalzo, los mexicanos le llamaron Motolinía
La tradición indica que, según el rey Carlos V de España al no tener noticias del Fraile Juan de Tecto hace las indicaciones que alguien lo busque y esa encomienda le corresponde al Franciscano Toribio de Benavente “Motolinía”; así en el año de 1529 Motolinía inicia la búsqueda del Fraile Juan de Tecto a quién Cortés asesinó la misma noche que asesinó a Cuauhtémoc. Siguiendo pistas, Motolinía aparece en el reino de Zompancuáhuitl, con su breve equipaje, marcha a pié y descalzo evangelizando a los naturales que encuentra a su paso.
Cómo llegó a Tenochtitlan hace seis o siete años atrás, domina muy bien el náhuatl comunicándose y acercándose al corazón de los naturales de Zompancuahuitl por su bondad, que le toman mucha confianza. Así, primero le informaron que estaba en la tierra de Cuauhtémoc, el infortunado señor que conoció y vio por primera vez en la calzada de Ixtapalapa al llegar a la gran Tenochtitlan; después le informaron que Cuauhtémoc estaba enterrado en este lugar, en la casa de sus mayores, donde todo el pueblo iba a brindarle pleitesía. Así Motolinía vio la oportunidad de evangelizar a todo ese pueblo y ordenó exhumaran el cuerpo del Tlatoani y procedió a disponer lo que sería el segundo funeral de Cuauhtémoc. Todo se haría con grandes honores, por tratarse del valiente y último tlatoani de México tenochtitlan. El fraile tomó en sus manos los restos y los dispuso para la inhumación. Mandó fabricar dos placas de cobre, una para la base de la pequeña fosa abierta en plena roca y la otra para cubrirla, pero en esta se grabó una cruz latina, dos fechas y el nombre de Coatemo precedido de sus legítimos títulos: Rey e Señor Coatemo. Miles de gentes estuvieron en el segundo funeral y sobre la pequeña fosa se levantó una capilla dedicada a Santa María de la Asunción.
Motolinía recomendó que se guardara en secreto el enterramiento de Cuauhtémoc, era el 29 de diciembre de 1529. A partir de entonces por más de cuatro siglos se guardó en secreto la tumba del último Tlatoani de México tenochtitlán.
Motolínía partió llevando consigo a dos jóvenes, primos paternos de Cuauhémoc a quienes bautizo con los nombres de Juan y Cruz, y recomendándoles el secreto de la tumba, sobre la cual debería de construirse la iglesia católica. Ya catequizados Juan y Cruz regresan al pueblo que los vio nacer con instrucciones de Motolinía para terminar la iglesia; construyen la nave, convirtiendo la capilla en presbiterio, con cúpula y arco toral, terminándose de construir en el año de 1539.
Con Juan y cruz se inicia la tradición de Ixcateopan, pasando los documentos a los principales, de padres a hijos así hasta nuestros días.
Es el 26 de septiembre de 1949 cuando por órdenes del Instituto Nacional de Antropología que encabeza la Profesora Eulalia Guzmán, se investiga y guiada por el Dr. Salvador Rodríguez Juárez, se descubren y se exhuman los restos inmortales de Cuauhtémoc en el altar mayor de la Iglesia de Santa María de la Asunción.
M.C. CUAUHTEMOC BARRERA TREVIÑO



